La Agricultura Urbana y Periurbana (AUP) es una eficaz herramienta de promoción social, ambiental y cultural con un extraordinario potencial para adaptar y mitigar a las grandes ciudades del calentamiento terrestre y el cambio global. En Bogotá, un grupo entusiasta de personas vinculadas a organizaciones miembros de IFOAM (BioPlaza – Colombia y Soil Association – Inglaterra) vienen impulsando la AUPE a través de Programas como Terrazas Verdes, adelantado en 3 localidades del sur y occidente de Bogotá, contribuyendo a posicionar los sistemas alternativos de producción con cadenas de valor y el fomento de bioempresas y bionegocios como la gastronomía orgánica, la producción de semillas limpias y los bioinsumos para familias en condición de alta vulnerabilidad social.

La importancia estratégica de la AUP se basa en hechos constatados como:

  • En el año de 2008, por primera vez en 4000 años de civilización humana, la población es mayoritariamente urbana con casi 3200 millones de personas. En América Latina y el Caribe el 75% de la población es urbana; esta cifra aumentará al 83% en el 2030
  • La acelerada urbanización compromete seriamente la disponibilidad de tierras cultivables, fuentes de agua, reservas forestales y en general la biodiversidad local. En Colombia, ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y la totalidad de ciudades caribeñas, la población urbana más pobre invierte casi un 60% de sus ingresos en alimentos, en tanto que la ingesta de frutas y hortalizas no llegan a los 30 gramos diarios, cuando la OMS establece un límite de 56 gramos; a manera de ejemplo, un ciudadano alemán consume un promedio de 150 kg de verduras al año

En ese contexto, la AUP:

  • alimenta alrededor de 900 millones de personas en el mundo con unos 220 millones de productores, especialmente en África (la mitad del área cultivada), Asia y América Latina. En Colombia se estima que existen unos 10.000 unidades productivas activas, de los cuales 3500 se encuentran en Bogotá, beneficiando un total de 120.000 personas
  • con sistemas de producción sostenibles y alternativos, contribuirán al suministro de alimentos frescos y transformados saludables, de calidad, con baja huella de carbono y ambiental, al ahorro de agua, una mejor gestión de los residuos orgánicos, la protección de la biodiversidad local y el mejoramiento de la cadena de valor por medio de Bioempresas y Bionegocios.